FLINGAR IMPERIALIS

 adga

Crónicas del Archipiélago Oculto




Interludio: Problemas en Haufman



Resultó que las tropas de ocupación flingardianas estacionadas en el territorio de Haufman, en el misterioso archipiélago que todos se disputaban, se hallaban aburridas. Nada interesante pasaba en ese lugar remoto, perdido de las islas, y las rocas naturales que bordeaban sus costas impedían desembarcos enemigos. Su único territorio lindante era Flingar, cuyas cuantiosas defensas impedirían a fuerzas hostiles llegar fácilmente a Haufman, e incluso de llegar habría tiempo de sobra para emplazar defensas. Pasaban entonces los días en ese remoto lugar del norte, mientras la soldadesca jugaba a las cartas, o salía de cacería.



La provincia imperial de Haufman.



El líder de la guarnición quiso entonces terminar con esta desidia y por eso movilizó las tropas para un ejercicio de rutina. Abandonaron el campamento imperial antes del amanecer y pasaron el día realizando maniobras y practicando tácticas combinadas. Sin embargo al volver por la tarde, se encontraron con el campamento invadido por una grupo de demonios del caos. Sin perder tiempo, el Archilector organizó una defensa improvisada.






El temible Devorador de Almas.





Algunas unidades enemigas intentan llegar al campamento.




El despliegue.




Sin mediar palabra, el líder de los demonios se lanzó al ataque. Cargó una caballería pero no llegó, aunque éstos, tomados por sorpresa, no atinaron a defender la posición y huyeron. Sin embargo, otra caballería y el tanque de vapor MK3 tomaron la posta y con extrema violencia cargaron al líder de los demonios, causándole graves heridas pero sin conseguir matarlo. El demonio, que posteriormente sería identificado como un Devorador de Almas, enloqueció ante el choque contra el ingenio mecánico flingardiano, y con ira devolvió golpes a mansalva abollando el chasis del blindado y abriendo agujeros en su estructura. Los caballeros retrocedieron temerosos.




Retrocede la caballería.





Otra caballería y el tanque cargan al enemigo.




En el cuadrante oeste del campo de batalla, el pegaso mecánico y los exploradores habían tomado una colina para disparar mejor. Sin embargo un nutrido grupo de mantarayas voladoras pasó sobre ellos bombardeándolos con energías disformes. Algunos exploradores murieron y el pegaso mecánico tuvo que aterrizar de emergencia y ser abandonado. El tanque MK2 se dirigió hacia allí para ayudar a contener la invasión, y con gran tino descargó si pistola de vapor sobre las mantarayas, destruyéndolas a casi todas. El tronar de los cañones flingardianos cargó la tarde con la potencia de las balas, y nubes de humo blanco abandonaron los cuantiosos arcabuces al ser disparados.



Las Mantarayas, tras su bombardeo.



El Devorador de Almas finalmente destruyó por completo el MK3, y la congoja se apoderó de los flingardianos. El MK2 logró cañonearlo causando alguna herida más, y los otros cañones también lo impactaron, pero el monstruoso engendro logró regenerar esas heridas. La desesperación cundió entre los imperiales. No sólo el imponente enemigo había destruido con extrema facilidad un tanque de vapor, si no que era virtualmente imposible matarlo a cañonazos. Hubo un momento de tensión entre las filas de Flingar, y todo estuvo a punto de perderse. Sin embargo, como un arcabucero más en un grupo, allí estaba Vassili Zaitsev, el que luego sería conocido en las islas como "El Arcabuz del Emperador".




Oh, glorioso Vassili, Arcabuz del Emperador, sólo ante el peligro, triunfando aún contra lo imposible! Sólo Gloria guardará la historia para ti!




Cuando se empezaba a hablar de retirada desordenada, ante la imposibilidad de destruir el enemigo, Vassili tomó con calma su arcabuz, un modelo estándar flingardiano. Respiró hondo, cerró los ojos y despejó su mente. No oyó los gritos alrededor ni las órdenes de los demás. Sólo existían él, su arcabuz, y un enorme demonio del Caos. Vio sus alas, membranosas y gigantes. Vio su hocico, cargado de maldad. Y luego pensó en la patria, en Flingar, en el Imperio. Con la precisión de los justos, apuntó su arcabuz y en el momento crítico en el que el infame enemigo agitaba sus grandes alas para cargar sobre su unidad, ante el desconcierto general, Vassili no dudó. Perfiló justo entre medio de los ojos de su enemigo. Y con flingardiana frialdad, disparó. Los perdigones salieron furiosos, buscando matar, y se alojaron en el cráneo de la bestia. Éste intentó regenerarse, pero fue imposible. Con un sonoro y terrible quejido, cayó al suelo, se volvió ceniza y desapareció de la existencia. Incrédulos, los imperiales guardaron un instante de silencio antes de prorrumpir en gritos de victoria. Con renovado brío, continuaron la batalla.




La muerte del Devorador de Almas dejó un hueco en el campo de batalla.




Infantería enemiga carga por el flanco una caballería.




Dos unidades de arcabuceros (la de la derecha es la del Glorioso Vassili, a quien puede vérselo) diezmando demonios.




El tanque de vapor MK2, cargando por el flanco.




El desolador final de la batalla.




A pesar del enorme esfuerzo de Vassili, las líneas imperiales habían sufrido muchas bajas. Lograron ponerse a tono y hacia el final de la tarde, aún a pesar de haber perdido cuantiosamente, los imperiales lograron recuperar su campamento. Carentes de líder, los demonios desaparecieron tan misteriosamente como habían llegado.








Extraído de un volante imperial repartido tanto en las islas como en el continente:


Camaradas Flingardianos! El azote del caos, en toda su maldad, se hizo presente una vez más. Y allí estuvo el pueblo, luchando contra la injusticia, y quiso la fortuna que de una batalla perdida emergiera un héroe, un ejemplo a seguir para todos nosotros: Vassili Zaitsev. Vassili logró matar con su arcabuz estándar flingardiano (Modelo Mosin-Nagant) a un enorme Devorador de Almas del Caos. Tras lo cual ha sido transferido al frente de batalla y ha ganado la Medalla por la Defensa Heroica de Haufman. La frialdad, el arrojo y la devoción por la patria de este camarada debe ser el ejemplo a seguir por todos los flingardianos en las crudas jornadas de lucha que se nos avecinan. Camaradas! Ustedes también deben, como Vassili, entregarlo todo por la patria, y no desesperar aún en las horas más oscuras! Porque el Imperio los necesita más que nunca y porque no permitiremos jamás que los enemigos de la patria nos venzan! Flingar Imperialis prevalecerá incólume ante los embates de sus enemigos! La patria lo es todo! Por la madre Patria!






Ficha Técnica

Contendientes
Jkrax (Imperio)
Juaancho(Demonios del Caos)

Tamaño de los ejércitos
2000 puntos

Fecha
Junio 2010

Resultado
Victoria Marginal para los Demonios.

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